La boda de la Duquesa de Alba y Alfonso Díez ha sido el acontecimeinto del año, y aún quedan muchos detalles del enlace por conocer. La madrina, Carmen Tello, nos contaba en 'El programa de Ana Rosa' lo que ocurrió en el interior del Palacio de las Dueñas, asegurando que todo fue "muy armonioso", y que los hijos estaban "muy contentos y cariñosos" con los novios.
De entre todos los invitados de excepción que acudieron a la boda de Doña Cayetana y Alfonso Díez, unas de las más llamativas, por su belleza y elegancia, fue la madrina, Carmen Tello.
El vestido largo, de color rojo, con mangas francesas al bies y escote en V, diseño de Victorio & Lucchino que vistió Carmen acaparó todos los flashes, con permiso de la novia. La mujer de Curro Romero acompañó el espectacular vestido con un maquillaje cuidado y elegante, que según contaba ella misma en 'El programa de Ana Rosa' es creación de Juan Pedro Hernández: "Es el numero uno.
Maquilla a Isabel Pantoja, a muchas actrices, a mi hija Carmen en su boda... A cada persona le da lo que mejor le va", y, halagada por los piropos, bromeaba: "Es que siempre me veis de aquí para allá corriendo, pero nunca preparada".
Una ceremonia seria y en armonía
Carmen ha tenido la amabilidad de contar en exclusiva para 'El programa de Ana Rosa' lo que ocurrió en el interior del Palacio de las Dueñas, donde sólo tenían acceso los invitados. "Fue todo muy armonioso", resumía la madrina de boda, "y no fue triste, como dicen algunos medios, aunque es verdad que fue una ceremonia seria".
Gracias al relato de la madrina podemos saber cuál fue la reacción de Alfonso al ver a Doña Cayetana con su vestido de novia: "Le dijo que era ideal, que era para ella", y aseguró que Alfonso acostumbra a lanzar piropos continuamente a Cayetana, y que en el día de la boda él tenía claro que "quería estar en un segundo plano, detrás de ella".
Además ha asegurado que, durante el acto, a los novios se les veía felices y tranquilos: "Él estaba muy pendiente de ella, la miraba mucho para ver si estaba tranquila, se miraban..." y reconocía que Alfonso se emocionó en la homilía del padre Ignacio, que trató sobre el amor.
De postre, el helado Duquesa Cayetana
El banquete de boda de los Duques de Alba se compuso de un buffet, en el que no faltó la comida española más típica, la tortilla de patatas con cebolla, que la Duquesa pidió con insistencia. Según contaba Carmen Tello además de la susodicha tortilla, "hubo gazpacho, arroz con marisco y carne".
Aunque al final del banquete no hubo tarta nupcial, la madrina de la boda contaba una divertida anécdota sobre el postre que degustaron los invitados: "La noche anterior a la boda hablé con ella y le dije que había visto una heladería que había hecho un helado para ella, el Duquesa Cayetana". Esa misma noche, Doña Cayetana llamó a la heladería porque quería para el postre su helado, que "es mezcla de azahar y romero", detallaba Carmen.
El acercamiento de Cayetano y Genoveva
Entre las impactantes fotografías de la Duquesa deleitando a los invitados con un baile andaluz, hay una que destaca por otra razón: el sutil acercamiento que se puede apreciar entre Cayetano Martínez de Irujo y su ex Genoveva Casanova. Las manos de Cayetano sobre la cintura de Genoveva, muy sonrientes los dos, ya han levantado rumores sobre una posible reconciliación. "Se llevan de maravilla, están muy unidos. A lo mejor vuelve más de uno", adelantaba Carmen Tello.
Los hijos de Cayetana, entre la felicidad y la ausencia
Es público que la decisión de la Duquesa de casarse con Alfonso Díez no fue siempre apoyada por sus hijos, quienes han mostrado abiertamente su oposición hasta que no se produjo el reparto de la herencia. Sin embargo, Carmen Tello aseguraba que el día de la boda todos los hijos estaban muy contentos de ver su madre feliz: "No me meto en las cosas de la familia, pero si os digo que ayer fue todo entrañable, estuvieron súper cariñosos con los novios, y los hijos estaban tranquilos y muy contentos". Incluso Cayetano, que hizo unas sorprendentes declaraciones asegurando que su madre "no se podía casar", estuvo encantador con Alfonso, según relataba Carmen Tello. Lo cierto es que una imagen vale más que mil palabras y la fotografía del abrazo entre ambos parece confirmarlo.
Las dos ausencias más destacadas fueron la de la hija de Doña Cayetana, Eugenia, que se encontraba hospitalizada por un brote de varicela, y la de su hijo Jacobo, que, según Carmen "se encontraba de viaje", aunque cabe pensar que las declaraciones de Doña Cayetana sobre la mujer de su hijo, Inka Martí, hayan enfriado la relación hasta el punto que su hijo no haya querido acudir al enlace de su madre.
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