15/10/11 |

Ana Obregón: "Sufrí un intento de violación. Casi me matan"

La protagonista de la 'La Caja Deluxe', Ana Obregón, siempre ha destacado por su simpatía, su buen humor y su positividad, pero no todo han sido luces en su vida. El pasado de la bióloga, presentadora y actriz ha estado repleto de muy malos momentos que la han llevado a sentirse muy desgraciada y han sido la causa, en gran medida, de su fobia al amor. Ana ha vivido episodios tan desdichados como una grave enfermedad a los 14 años que casi la lleva a la muerte, un intento de violación en Los Ángeles y la muerte de Fernando Martín, el único gran amor de su vida.


Dicharachera, divertida, alegre y muy positiva, así hemos conocido a Ana García Obregón, pero no todo ha sido felicidad en su vida.

'La Caja Deluxe' ha destapado los episodios más desgraciados de la invitada, unos sucesos que la han hecho tocar fondo y que, de alguna manera, han sido los causantes de su gran fobia al amor, algo que pretende superar con la terapia.

"Nunca me ha gustado hablar de las cosas malas que me han pasado, me gusta más reír, contagiar positivismo, hacer reír a mis padres y a mis amigos. Entonces, cuando he tenido algo grave siempre me lo he guardado, pero en 'La Caja' lloré todo lo que me había guardado durante tantos años y no debía haber tenido dentro", explicaba Ana.

Una grave enfermedad casi la mata a los 14 años
Ana Obregón era una niña feliz hasta que con 12 años su vida cambió. Comenzó a sentirse mal, a perder el apetito y a adelgazar a una velocidad estrepitosa. No sabía que le estaba sucediendo y se culpaba a sí misma del infierno que estaba viviendo:

"22 kilitos. Era lo que llegué a pesar con 14 años. Dejé de mirarme al espejo, me veía tan delgada, tan falta de vida, era como si de repente la niña llena de alegría y totalmente vitalista se fuera, como si se me escapara la vida y no pudiera hacer nada por retenerla y seguir viviendo".


Lo peor de su enfermedad, según ella, no era el dolor que sentía, sino la angustia que veía en los ojos de sus padres: "Un día escuché a mis padres hablar, yo estaba escondida detrás de la puerta, mi madre le decía llorando a mi padre que no se podía creer que yo estuviera tan enferma. Nunca les dije que les escuché. Era peor el dolor de ver a mi madre llorar, que el mío de sentirme mal y no tener fuerzas".

Esta enfermedad la llevó a estar encerrada en su habitación durante muchos años. Desde su ventana veía con tristeza y desesperación como sus hermanos jugaban y disfrutaban, por eso buscó una alternativa a su sufrimiento, ahí nació 'Anita la fantástica': "Cerraba los ojos y me imaginaba gordita y jugando con ellos. Decidí que no podía estar enferma, que tenía que llenarme de vida, cuando se iban todos a dormir, salía al jardín, me tiraba al suelo, respiraba la tierra y el césped, me imaginaba feliz y me llenaba de vida. Sinceramente creía que iba a morir y no era justo, porque tenía 14 años y no había empezado a vivir".

El sufrimiento era cada vez mayor, pero Ana no quiso rendirse y dejó volar su imaginación, creó una vida paralela a la realidad para poder ser feliz y renacer: "Mentía a mi familia para que no se preocuparan y creyeran que era feliz. Actuar creyendo que estaba bien y que era fuerte me ayudó muchísimo. Luego me operaron, descubrieron lo que era, pero sin mi cabeza no lo hubiera conseguido".

Una vez curada, Ana pidió a los médicos que no le dijeran que le había pasado: "El diagnóstico no lo sé, ni he querido saberlo nunca, no he querido ponerle nombre. Las cosas se olvidan más fácilmente si no le pones nombre. No me gusta hablar de eso, es la primera vez, no me gusta dar pena, pero me ha venido muy bien hablarlo porque no lo había hecho nunca. Sólo sé que me quitaron bastante trozo de estómago, tengo una cicatriz, horrorosa, que adoro. Es tan horrible, pero me recuerda cada segundo que estoy viva. Cada día doy gracias por estar viva, cada día de mi vida".

Los Ángeles, un sueño que pudo convertirse en pesadilla
Ana se marchó con apenas 20 años a Estados Unidos para poder iniciar una carrera como actriz. Allí vivió algunos de los mejores momentos de su vida, como su amistad con Steven Spielberg, participó en varias películas y se abrió camino en el mundo del cine y la televisión, pero no todo fue bueno.

Entre lágrimas ha recordado en 'La Caja' uno de los episodios más desagradables de su vida: "Llegaba de mis clases de baile, subí a mi casa y en el momento de entrar noté que me empujaban. Había dos chicos de color que entraron conmigo. Cerraron la puerta y me ataron. Yo sólo pensaba 'Dios mío, ¿qué me van a hacer?', el miedo que tenía era que si me hacían algo, como estaba sola, no se iba a enterar nadie".

Lo que en un principio pudo ser un simple robo, al no encontrar nada en casa de Ana, los dos hombres quisieron abusar sexualmente de ella: "Empezaron a buscar por los cajones, pero yo no tenía nada. El miedo que yo tenía era más a que me violaran que a que me mataran, sólo pensaba en que prefería que me mataran, porque una violación no la iba a aguantar. Hablaban entre ellos y decían '¿Quién empieza?".

El miedo hizo que Ana se quedara fría e impasible ante lo que estaba sucediendo, ellos hablaban en inglés sobre lo que pensaban hacerle creyendo que ella no les entendía, pero no era así, sabía perfectamente lo que pretendían: violarla primero y matarla después, pero un ángel de la guarda apareció en el momento preciso y le salvó la vida:

"Lo echaron a suertes y cuando ya pensé que iban a violarme, un vecino tocó a mi puerta. Como había visto mi coche aparcado, sabía que yo estaba dentro y continuó aporreando la puerta, ellos se pusieron nerviosos, abrieron la puerta, le pegaron un empujón y salieron corriendo. En mi vida he podido dar las gracias más a nadie, porque lo que estaba sufriendo era un intento de violación en el que casi me matan y eso nunca lo hubiera superado".

Fernando Martín, el amor que le arrebató la vida
Ana Obregón ha confesado en 'La Caja Deluxe' que tiene auténtica fobia al amor, tanto que cada vez que ha tenido que vestirse de novia por cuestión de trabajo le han dado ataques de alergia y de ansiedad. Algo que le sucede igualmente cada vez que comienza una relación: "Me empieza el corazón a latir y me entra rechazo, recuerdo cuando otras personas me han hecho daño, pienso que va a ser igual y entonces desconecto".

Para la invitada el amor es algo muy especial, algo que, según ella, sólo sucede una vez en la vida y con una persona concreta, algo que ella ya ha vivido: "Amar es una llave que entra en tu corazón. Sólo hay una cerradura y sólo una llave que la abre. Cuando ya ha habido una, no pueden aparecer otras. Yo encontré mi llave, la tenía Fernando Martín".

El mero hecho de recordar el nombre de Fernando Martín o ver su imagen hizo que Ana Obregón se derrumbara y comenzara a llorar: "Fueron cuatro años y medio de relación. Fue una historia tan nuestra, tan bonita, no nos descubrieron en tres años y medio. Lo sacrificamos todo para que así fuera, no íbamos ni a un restaurante, ni a una discoteca, ni a un cine. Aún así, la única relación feliz que he tenido ha sido la de Fernando, porque era una relación nuestra. Vivíamos en un monte maravilloso, rodeado de pinos, y nadie se enteró que vivíamos allí".

Ana ha asegurado que con Fernando habló incluso de casarse y de tener hijos, pero el destino hizo que sus deseos no pudieran hacerse realidad, ya que el jugador de baloncesto murió en un trágico accidente de tráfico cuando vivían un receso en su relación: "Su pérdida fue el momento más duro de mi vida, por el momento en el que fue, porque lo más duro de todo no era perderle, lo más duro de todo no es perder el amor de tu vida, sino como y en qué momento, eso fue lo duro para mí. En esos momentos no éramos pareja".


La causa de la ruptura fue, según Ana, la estupidez más grande de su vida, sobre todo, porque lo amaba más que a ella misma: "Un mes y medio antes del accidente estábamos viviendo juntos todavía y tuvimos una discusión absurda. Él no quería que fuera actriz, bueno sí quería, pero trabajaba muchísimo, viajaba mucho y eso no le gustaba. Fue una discusión absurda, yo le dije 'Pues vamos a casarnos ya' y él me dijo '¿Para qué? Si tú ya eres mi mujer desde que naciste'.

Me entró un ataque de gilipollez y chulería y le dije que no quería estar más con él. No sé porqué dije eso. Nos despedimos con un beso. Yo te digo que sentí que era el último beso que le iba a dar. Se fue sin saber que es el amor de mi vida, eso es lo que más me duele. Desde entonces no me acuesto una sola noche sin decirle a las personas que quiero lo que siento".

Esta pérdida le dejó un vacío interior que no ha podido superar aún, para ello, la psicóloga de 'La Caja' le pidió que abriera su corazón y le dijera a Fernando aquello que no pudo decirle en su vida: "Fer, la que da gracias a Dios por el día en que te conocí soy yo. Nunca nadie me ha querido como tú, que lo sepas, y yo tampoco he querido nunca a nadie como a ti.

Te fuiste sin despedirte, joder, esas cosas no se hacen. Es mentira todo lo que te dije, perdóname por todo. No has dejado de estar conmigo ni un solo día desde que te fuiste, que lo sepas, te quiero igual. No hay nadie que haya ocupado mi corazón como lo hiciste tú, ni lo habrá. Nos volveremos a ver en algún momento. Te quiero".

Entre lágrimas, Ana Obregón ha reconocido que su relación con el jugador de baloncesto fue tan intensa que aún siente algo por él: "Sigo enamorada de Fernando Martín, es verdad". La invitada confesó que, precisamente por eso, quiso contactar con él a través de la médium Anne Germain, para poder saber si él la había perdonado: "Yo quería despedirme, porque cuando yo rompí con él le mentí y necesitaba que me perdonara. Quiero creer que lo que me dijo Anne, que me había perdonado, es verdad, porque me ha dado una paz que no lo podéis imaginar".

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