La brutal pelea de Mª Ángeles y Bárbara Rey en el duelo por ser la capataza ha dividido la casona desde el minuto cero de la convivencia. De momento, Nagore y Antonio David apoyan claramente a la exvedette contra la madre de Aída, e incluso la acusaban de ser una bruja. Dió la casualidad de que la interesada lo estaba escuchando todo.
Como lo oyen. Parece que la falta de toda clase de tecnología ha retrotraído a algunos concursantes a la Baja Edad Media. Concretamenta a Antonio David y Bárbara Rey, que vieron la trenza que tejía Mª Ángeles con unos trozos de esparto como un acto de brujería. Y aquel era sólo el más leve de todos los cargos que se le imputaban a la progenitora de Aída Nízar. Nagore también le echaba en cara que había sido una egoísta al preparar su colchón mientras el resto aún estaba atareado acarreando maletas.
He aquí que, por arte de birlibirloque, la bruja mala de este cuento estaba espiando todo lo que de ella se comentaba, sin necesidad de bola de cristal y en el cuarto de al lado. Lejos de perder la compostura, Antonio David animó a Mª Ángeles a sumarse al animado debate. Ella los tachó a todos de mentirosos, y le dolió especialmente la acusación de Nagore, cuando, según aseguraba, la ex GH precisamente la había alabado por su disposición para el trabajo.
Derrotada, Mª Ángeles huyó de la confrontación mientras Antonio David le dedicaba una última puya: "no vas a durar ni dos semanas". Posteriormente, a solas, la mujer lloraba por las supuestas mentiras que los compañeros había contado sobre ella y daba a entender que estaba compartiendo el mismo destino de su hija. "No quise hacer daño en ningun momento. Estoy tan harta de que digan que somos malos", comentó quizás en alusión a las trifulcas que había tenido con Bárbara Rey en la primera noche de concurso.
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