El domingo por la noche, en 'El Debate', nos dejaron con las miel el los labios. Este lunes, en 'El Resumen', hemos podido escuchar a la perfección todo lo que ocurrió en la hora sin cámaras de Rubén y Chari: sugerentes ruidos y jadeos, frases cargadas de lujuria y otras llenas de amor, e incluso ¡la posibilidad del primer embarazo en la historia de Gran Hermano!
Después de mucho calentón y un 'edredoning interruptus' por falta de tiempo... ¡Por fin llegó la hora sin cámaras! Chari y Rubén esperaron impacientes la respuesta de 'Gran Hermano', que durante 'El Debate' les comunicó que por fin podrían disfrutar durante ese tiempo de la sala de expulsiones a oscuras, pero con sonido.
La organización del concurso les había preparado una romántica velada con champán y pétalos de rosa, para que el romanticismo no faltara, aunque la pareja no tenía muchas ganas de beber. Chari y Rubén se sentaron en la cama y en cuanto apagaron las luces se pusieron manos a la obra para no perder ni un minuto.
El resto sólo podemos escucharlo e imaginarlo en lo que perfectamente podría servir de banda sonora a una película X, de no ser porque entre estos dos hay AMOR con mayúsculas:
Rubén: Eres la mejor, te quiero mortal dios mio, no seria esto desde hace un mes... ¿Dónde ha aprendido a moverte asi?
Chari: Contigo...
R.: Estás buenisima... No puedes conmigo...
C: Yo te aguanto aqui lo que tu quieras y más...
R.: ¡Qué morbazo me das!, Además, con la boca esta que tienes... Eres la que mejor me hace el amor...
C.: No te pongas tan fino...
Unos cuantos gemidos y crujidos de cama después apreciamos una leve disensión en el procedimiento amatorio. Chari parece negarse rotundamente a algo que pretende hacer(le) Rubén, mientras él trata de convencerla cariñosamente: "que eso te gusta a ti, tonta".
Consumado el coito, saltó la revelación de la noche. Evidenciando que no habían usado protección, Rubén se ilusiona con la idea de haber concebido un hijo: "Quilla, escúchame, si te quedas embarazada, ¿qué? Sería el primer embarazo de Gran Hermano... Tu madre encantada, creo yo". Y Chari no contesta.
Se despidieron efusivamente, con varios besos de tornillo y promesas de amor eterno. Ella incluso le dio las gracias porque, como bromearon, se había llevado "una gran parte de él". No era por cumplir. Cuando se separaron, mientras Rubén salía de la sala de expulsiones como un torero por la puerta grande, aclamado por sus compañeros, Chari confesaba a Marta que su chico "parecía otro" y que había sido "increíble".
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