AMOR CASTO CON SU MUJER OLGA EN LA OSCURIDAD
Como un showman, perfecto conocedor de cómo moverse en un plató, Antonio David llegó, vio y venció. Se sucedieron los abrazos y las bromas, como el jamón que le entregó su defensora dentro de la funda de una guitarra. Se chuchó con todos, incluso se lanzó al cuello del presentador, pero el recibimiento más esperado lo tuvo a oscuras con su mujer Olga a la que se limitó a besar tiernamente en la frente.
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