La convivencia entre Saray y Gerardo es cada vez más complicada. La gallega no soporta a su compañero de viaje y no soporta la actitud que tiene. Según Saray, Gerardo se pasa el día malmetiendo en todas las broncas, en vez de apaciguar los ánimos; cree que se acerca a Lara y a Yola porque supone que fuera tienen apoyo y no por amistad verdadera y está segura de que no le importa abandonar el reality porque su única intención es "hacer platós". Todo junto desembocó en una tremenda bronca, en la que Gerardo apenas se pronunció pero que hizo que Saray no pudiera desahogarse ante la pasividad de su ex y terminara sufriendo un ataque de ansiedad.
Todo comenzó tras una bronca por la comida propicidada por Lara. La madrileña tenía una opinión diferente sobre la compra semanal y sobre la repartición de la comida de los expulsados. El resto de la casa no pensaba como ella, nadie menos Gerardo, que saltó para defender a Lara y terminó encendiendo mucho más el fuego. Al final, ambos su pusieron a la casa en contra y Saray estalló de rabia al pensar que lo que hiciese su pareja de juego podía repercutirle a ella de cara a la expulsión.
La gallega no podía más y se quejó del comportamiento de Gerardo ante Marta y Sofía: "Es el que siempre está calentando a Yola, a Juan Miguel y a la niña (Lara) y a mí eso me perjudica. Al final voy a ir y lo voy a ahogar. Lo único que hace estar ahí con Lara 'tatatatatata', pero no es porque le caiga bien, sino porque está enamorado de la audiencia de Lara". Tras desahogarse con sus compañeras, finalmente decidió ir a hablar con Gerardo para intentar hacerlo entrar en razón, aunque sin éxito, porque lo primero que le dejó claro el concursante fue que "me importa un pimiento lo que digas".
"Tú no te das cuenta que eres un papanatas de tres al cuarto al final", le contestó. Gerardo pidió a Saray, con una pasividad pasmosa, que no le insultara ni le gritara, lo que hizo que ella montara en cólera y explotara definitivamente: "De bien nacidos es ser agradecido, nosotros estamos aquí por nuestros compañeros. Primera nominación, salgo contigo, ¿qué, ha sido la audiencia que nos ha salvado? Como tú eras el favorito de 'Gran Hermano 11'. Para que veas la gente como aplaude la gente cuando escucha tu nombre".
Saray no podía más, su ira se había apoderado de ella, no podía entender el juego de su compañero de acercarse a la gente sólo porque fuera pueda caer mejor, azuzar al resto para crear bronca y dejar ver que él se pone de parte de los fuertes. "No sabes escuchar, el tiempo pone a cada uno en su sitio, así que sigue así", contestó Gerardo sin más. El enfado de Saray aumentó en segundos:
"No seas un puto zorro, porque eres un zorrito, las sueltas y luego escondes las manitas. Eres un cagón, tienes todo el calzoncillo cagao, ¿sabes con quién te cagas? Con Coyote, proque él si te dice 'hasta aquí'. Te cagas todito. Entonces tú te pones en esa actitud de zizañar y picar, ¿por qué? ¿Te quieres pirar de aquí y andar de plató en plató, eso es lo que quieres? Pues yo prefiero estar aquí. Tú eres mal tío, porque yo prefiero un grito que decir las burradas que dices tú".
La pasividad de Gerardo ante las palabras de Saray hizo que la concursante no pudiera más y prefiriera concluir ahí la conversación. La gallega no podía soportar que su compañero no le contestara y cuando lo hiciera no tuvieran sentido sus palabras, por lo que terminó refugiándose en Sofía y Marta, con un llanto desconsolodado que terminó en un ataque de ansiedad: "No puedo con él, le tengo mucho odio. Es que no lo aguanto, joder, no lo aguanto. Yo quiero que me entendáis, no es que lo ataque, es que no lo puedo soportar. Es muy difícil, os lo juro".
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