Tras separarse de sus amigos más íntimos, Marcelo ha encontrado un gran apoyo en Laura. Sin embargo la madrileña está muy preocupada, ya que piensa que el buen feeling que existe entre ellos, el cariño que se demuestran y, sobre todo, las bromas que realizan sus compañeros sobre ellos, pueden ser motivos más que suficientes para que su novio lo esté pasando mal en el exterior.
La casa 1 se le está haciendo demasiado grande a Marcelo, ya que está triste porque echa mucho de menos a sus antiguos compañeros con los que convivió durante sus primeros días de 'Gran Hermano'. Pero parece que 'El Malaguita' ha encontrado un refugio en Laura con la que comparte muchas risas y confesiones. "Es súper buena y además un pivón que, al menos, me alegra la vista aquí dentro" explicaba Marcelo y reconocía ser uno de sus grandes apoyos.
Sus compañeros no han tardado en descubrir el feeling que existe entre ellos y no han parado hasta que Marcelo reconociese que se sentía atraído por la madrileña. Pero a Laura no le ha gustado en absoluto que se bromee con este asunto, ya que piensa que su relación puede cambiar debido a que él se sienta cohibido y avergonzado cada vez que se acercara a ella, sabiendo que todos conocen sus sentimientos. "Me llevo muy bien con él y quiero que me siga tratando como siempre", reconocía la de Parla en el confesionario.
Sin embargo, su relación no ha cambiado para nada y el buen rollo y las bromas han seguido entre ellos durante todos estos días. Tanto es así que Laura ha comenzado a preocuparse por lo que estaría pensando su novio en el exterior. "Tengo la conciencia muy tranquila, pero no quiero que mi pareja se ralle", les confesaba a sus compañeros.
"Tengo la conciencia muy tranquila, pero no quiero que mi pareja se raye" Laura
Pero lo que peor lleva la madrileña es que el resto de los habitantes de la casa bromeen con el tema porque piensa que puede acrecentar los celos de su novio. En concreto se ha pillado un buen mosqueo con Lidia ya que le dedicó una sonrisa burlona cuando le propuso a Marcelo que se pusiera unas mallas. Según la madrileña, con este tipo de gestos podía dar una imagen equivocada fuera y dar a entender algo que no era. "Haz lo q ue quieras pero sin hacer daño a mi pareja", le espetaba la madrileña.
Los llantos de Laura y Lidia no han tardado en surgir y todos sus compañeros coincidían en que estaban dándole más importancia al asunto de la que tenía montando estos dramas. Pero lo que realmente quería saber la madrileña es si estaba dando esa imagen y si se la veía detrás de él, a lo que sus compañeros no han sabido contestar...
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