Miguel Ángel Perdiguero ha vuelto a besar el suelo. Al parecer, Trapote le estaba depilando una ceja, cuando el concursante perdió el conocimiento por unos instantes. El propio concejal tranquilizó a sus compañeros, que le ayudaron a levantarse y le dieron de beber una bebida isotónica.
El semblante de los supervivientes es de preocupación, y no es para menos. Durante el pasado fin de semana, Perdi ya sufrió un aparatoso desmayo, en el que se golpeó la cabeza. Además, el ex ciclista presenta un aspecto famélico y arrastra un problema de tos bronquial desde hace varias semanas. Desde entonces se encuentra bajo seguimiento médico del programa, que podría recomendar que abandonara el concurso si su salud no mejorara en los próximos días, como parece ser el caso.
Supervivientes por los suelos
Auque parezca mentira, esto de los desvanecimientos, bahídos, lipotimias y mareos se está empezando a convertir en algo habitual entre nuestros sufridos Supervivientes. A los dos desmayos de Perdi se suman el de Román (ayer mismo), el de Óscar Higares y, posiblemente, también el de José Manuel Parada.
Las duras condiciones de vida, el desgaste producido por el sol y el agua salada y, sobre todo, la falta de comida, minan las energías de los concursantes. Tanto es así, que la organización, de forma no oficial, les ha facilitado bebidas isotónicas para evitar estos sustos.
Y eso por no hablar de los innumerables bajones, berrinches y "nomínames". En algún momento, todos han flaqueado en mayor o menor medida. Sólo María José parece invulnerable a los rigores caribeños: "Va a resultar que 'la abuela', como me llaman, es la mas fuerte", se jactaba la tasadora. Rafa Mora es su particular kriptonita.
1 comentario:
a tope con la trapoteeeeeeeeeeeeeeee¡¡¡¡¡¡
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