Regina: "Acorralados' necesita gente como Bárbara"

La primera expulsada de 'Acorralados' ha llegado a plató al son de una samba, derrochando alegría y simpatía. Regina do Santos ha asegurado no entender por qué la audiencia ha expulsado a Bárbara Rey y ha confesado que con su marcha el concurso se queda "sin alma". Además, la ex acorralada ha contado también su experiencia con las presencias en forma de sombra que ha visto en la casona, confesando que está segura de que son una pareja de amantes, procedentes del siglo XVIII y con una historia de amor imposible, en busca de su hijo...

Jorge Javier: Regina, ¿te dio mucha pena marcharte de 'Acorralados'? Era como perder una oportunidad para que aquellos que no te conocían te conocieran, ¿no?

Regina: Para mí sí, aunque estoy muy emocionada de ver a mi madre, Blanca, y a mi niña, que la he cogido en brazos, Sofía. Muy emocionada.

Sofía: No me alegro de que estés fuera, pero me alegro de que estés aquí porque me encanta como hablas y vas a decir muchas cosas, seguramente muy reales de lo que pasa dentro del concurso.

Jorge Javier: ¿Sabes que han expulsado a Bárbara?

Regina: ¿No me digas? ¡Miénteme! Pero si se va Bárbara se va el alma del concurso. ¿Qué quedan, dos chavalas que enseñan el pandero y los chicos que no hacen nada? Me voy yo que soy fuerte, se va Bárbara que es la bomba, ¿pero qué se queda ahí?

Jorge Javier: Bárbara ha sido expulsada por la audiencia, ¿por qué te sorprende que la audiencia haya expulsado a Bárbara?

Regina: Primero porque yo creo que 'Acorralados' necesita gente como Bárbara, fuerte, que nos sepa llevar, pero claro, hay como dos grupos y al principio los que entraron como fuertes se quedaron débiles y se fue arrastrando gente para el otro lado.

Jorge Javier: Regina, ¿han sido crueles con Bárbara dentro del concurso?

Regina: Yo creo que sí. La semana que yo he estado fuera creo que no. Yo tuve dos momentos de discusión con Bárbara, pero luego me entendió, porque yo voy por libre, ni de un lado ni de otro, soy un animal desbocado. Si yo tengo un problema contigo te lo digo, pero lo que no soporto es que vayan al confesionario a chivarse de una cosa que se puede arreglar entre nosotros. Entonces, como Bárbara ayudaba para que la casa saliera adelante, porque había gente que hablaba mucho, 'yo corto, yo corto, yo hago, yo hago, yo pico, yo pico', pero a la hora de hacer las cosas no aparecía nadie y para eso estaba Bárbara, para ayudarnos y decirnos como había que hacer las cosas.

El reencuentro de Regina con sus compañeros

Regina: ¡Hola, chicos, chicas!

Todos: ¡Hola!

Regina: La negra tiene 'tumbao', la negra tiene 'tumbao'. Esa negra que me mola, se merece una ola. Cariños, ¿cómo estáis?

Todos: Bien, echándote de menos.

Regina: ¿Quién pone ahora la alegría en la casa? Oídme, ¿los chicos hacen algo ahí debajo del colchón de paja?

Nagore: Poca cosa, pero no te preocupes que esta semana van a trabajar.

Jorge Javier: Regina, me gustaría que le dijeras algo especial a Sonia, puesto que la semana pasada cuando te despediste de ella te fundiste en un abrazo y fue muy emocionante y hoy nos ha contado Sonia detalles de su vida, que ha sido muy dura, ahí la tienes.

Regina: Sonia, mi niña, ¿cómo te encuentras?

Sonia: Bien, me alegra mucho escucharte y saber que estás bien, me llena de alegría.

Regina: ¿Dura la semana de capataza?

Sonia: Ya has visto que ha sido durito, pero bueno, echándote de menos.

Regina: Sonia, acuérdate de lo que te dije, no tienes amigos, a por todas, y recuerda fuerza, hacia delante, que la estrella del cielo será tu negra.

Sonia: Muchas gracias, te quiero.

Regina y los encuentros en la tercera fase

Jorge Javier: Regina, me gustaría que me dijeras una cosa. ¿Qué pasaba dentro de la casa? ¿Qué veías? ¿Qué sentías?

Regina: De mi forma de sentir y ser espiritual sé que ahí hay un espíritu hombre y un espíritu mujer de hace muchísimos años.

Jorge Javier: Quiero que te pongas seria.

Regina: No, estoy seria.

Jorge Javier: Quiero que le cuentes a Mercedes, que es la hermana de Blanca, si Blanca tiene que tener cuidado dentro de la casa.

Regina: Blanca tiene que tener cuidado porque el espíritu que le va a aparecer voy a ser yo tirándole de una pierna. A ver, Blanca no sé, pero Sonia es más espiritual. Sonia también ha visto una sombra. Hay momentos, que vosotros pensaréis que es una tontería, pero aparece un hombre como muy largo y una mujer. Después de estar esa semana aislada y pensando he llegado a la conclusión de que ellos tuvieron una relación que no se podía tener, porque estaría casado él, y tuvieron un niño. Yo creo que esta gente viene a buscar al niño.

Jorge Javier: ¿Tú sabes la leyenda que corre sobre la casa?

Regina: No, yo no sé nada. Sólo te digo lo que he sentido.

Jorge Javier: Pues te lo voy a contar, los habitantes de la zona donde estáis cuentan que en esa casa vivía una marquesa muy sádica que se entretenía asesinando a los siervos. Te prometo que es así la leyenda. Dicen que los ahorcaba. Y hay muchísima gente que no se acerca a la casa porque cree que está embrujada. Es una leyenda urbana, cuidado, pero te juro que es lo que dicen.

Regina: Yo esa sensación no la tuve, pero sí cuando me levantaba de madrugada al lavabo, hubo un momento que yo ví, como a las tres de la madrugada, una sombra que pasaba, pero no se detenía ante mí. Yo quería que se detuviera, que me hablara, que tuviera contacto conmigo, pero solamente me hizo ver que están buscando algo. Creo que los que están en la casa deberían tener un poco más de respeto, porque cuando tú vas a los años 1700 ó 1800 pasaban muchas cosas que no pasan ahora.

Jorge Javier: De todas formas Regina, si tú puedes comunicarte con ellos, diles que si van a por sidra que lo dejen, porque se la han bebido toda.