La vida de los 'Acorralados' va a ser mucho más dura de lo que pensaban. Los concursantes tendrán que vivir sin ducha, sin wc y sin agua corriente. Además, estarán separados, los hombres vivirán en el horreo y las mujeres en la casona. Por si no fuera suficiente, ellas tendrán que autoabastecerse produciendo sus propios alimentos, además de cumplir con todas las pruebas impuestas por la organización, y tendrán el control sobre los chicos, que tendrán que cortar leña para cambiársela a ellas por comida.
Los doce concursantes de 'Acorralados' eran conscientes de que tendrán que vivir sin ningún tipo de lujos ni tecnología a su alrededor, pero no podían ni imaginar hasta qué punto su vida se iba a convertir en un auténtico infierno.
Alguna de las sorpresas que se llevaron nada más comenzar la primera gala de 'Acorralados' fue que no dispondrían de ducha ni de agua corriente. El único lugar en el que podrán encontrar agua será en un pozo, por lo que si alguno de los concursantes se atreve a lavarse lo tendrá que hacer a la intemperie y poner su cuerpo a prueba del frío. En consecuencia, tampoco dispondrán de wc y tendrán que hacer sus necesidades en una letrina.
Por si esto no fuera suficiente, los 'acorralados' tendrán que trabajar duro para poder sobrevivir. Sin ningún tipo de alimento, los concursantes tendrán que ser autosuficientes, es decir, tendrán que producir todo aquello que necesiten para el día a día y, además, todo aquello que le pida la organización.
Para conseguirlo los concursantes no estarán solos, tendrán un patrón, Jerónimo, que les ayudará a lograr los retos y también les vigilará, castigando a todos aquellos que incumplan las normas o no cumplan con el duro trabajo.
Otra de las tareas más importantes que tendrán que desempeñar será cuidar de los animales. Para ello, su primera prueba será construir un gallinero para las 15 gallinas que consiguieron en su primera prueba de recompensa.
Todo esto tendrán que conseguirlo, en un principio, viviendo separados . Los chicos vivirán en el hórreo y las chicas en la casona. Sus nuevos hogares están, lógicamente, desprovistos de cualquier tipo de comodidad, tanto que ni siquiera podrán descansar en una cama, sino que tendrán que buscar el descanso encima de un saco de heno construido por ellos mismos y a contrarrejol.
Ellos vivirán en unas condiciones mucho más precarias que ellas . A parte de su peculiar casa, estarán a disposición de las mujeres y tendrán que proporcionar leña para cambiárselo por comida, ya que de lo único que disponen es de un poquito de miel, pan y queso. Ellas, por su parte, estarán bajo las órdenes de la organización, que puntualmente les dejará notificaciones de todo lo que tienen que hacer en un buzón situado en la puerta de la casona.
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