ATRAPADA EN UNA PUERTA GIRATORIA, SE GOLPEA CON LA CÁMARA
Isabel Preysler no pierde su elegancia ni encerrada en una puerta giratoria con un reportero y muchas cámaras, ni tampoco cuando avanzando, se golpea en la frente con la propia cámara. Tras el tropezón, Isabel Preysler esbozaba una sonrisa y se despedía del reportero.
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