A Toni Genil le sentó fatal que Tamara desconfiara de él y le hiciese mostrar el arroz que se iba a comer con Sonia. Ha dejado bien patente que le sobra en la isla.
Tamara detuvo a Toni cuando este se dirigía a su fortaleza de soledad para compartir el poco arroz que había en el cazo con Sonia. Quería ver si se llevaba más de la cuenta, pese a que él repetía que apenas quedaba nada. Efectivamente, decía la verdad.
La falta de confianza de Tamara exasperó al veterano compositor hasta el punto de que puso a despotricar contra ella. "La gilipollas esta, tonta, tiene que llamar siempre la atención. Encima desconfiada. Menuda sinvergüenza. A ver si la nomino y se va", protestaba. Si cortarse un pelo, Toni le repitió una vez más a la cara de la interesada todo lo que había soltado por ese piquito de oro.
En su descargo, Tamara explicó que no se fiaba de Toni, ya que una vez Rosa le pilló en el bolsillo un anzuelo que había desaparecido misteriosamente. Sea como sea, Genil ya le ha hecho la cruz a la Gorro, y asegura que hará todo lo posible para que se vaya.
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