EL SUPERVIVIENTE CON SU MUSA
Toni Genil han tenido hoy un doble motivo para ser feliz. Por un lado, la organización ha decidido que termine su confinamiento en el redil desde el que llevaba desde la gala del jueves como sanción por su comportamiento violento con Tamara. Pero además, su adorada Loli Álvarez le esperaba en una barca para celebrar con un piscolabis su recién estrenada libertad. Los dos se han fundido en un cálido abrazo al ritmo de 'No cambié, no cambié, no cambié...'
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