Kiko ha vuelto a Cayo Paloma. Tras permanecer casi dos días fuera de la isla y bajo observación médica por su problema de gota, los doctores han determinado que puede regresar con sus compañeros y continuar su aventura en Honduras, pero deberá seguir un tratamiento especial que requiere que el concurso le suministre determinados alimentos.
La playa de Cayo Paloma se convirtió en una fiesta cuando llegó la barca que trasportaba a Kiko Rivera hasta la orilla. Tras pasar dos dos días bajo observación médica tras sufrir un nuevo ataque de gota, el hijo de la Pantoja volvía a la carga dispuesto a darlo todo: "A ver si le echamos un poco de valor a esto y podemos continuar, pero estoy con mucho dolor". Al parecer los médicos le han explicado al muchacho que la humedad y el clima tropical han influido en que le diera problemas de nuevo una enfermedad que tenía desde hace tiempo.
Seguidamente, Raquel Sánchez Silva comunicó a Kiko la resolución de la organización del programa sobre su permanencia en el concurso: "Llevamos 48 horas, mientras has estado en observación, pensando en cómo planificar esto de la mejor manera para que tu recuperación sea lo más rápida posible. La decisión es que te tienes que someter a un tratamiento médico. Ese tratamiento incluye ingesta de alimento, porque no puedes tomar la medicación sin tomar alimento. Va a ser el mínimo".
Así pues, Kiko tendrá que tomarse un bocadillo cada día junto a su medicina. La organización observará la evolución de su estado de salud durante tres días, tras los cuales el concurso se planteará nuevamente si conviene que el famoso continúe su aventura en Supervivientes.
Kiko ha sido el primero que ha tenido la deferencia en preguntar a sus compañeros si les parecía bien que siguiera este tratamiento, pregunta que a continuación les formuló en firme Christian Galvez desde 'El Debate'. Todos los compañeros aprobaron encantados que Rivera pudiera comer para recuperarse: "Mientras no se vaya", comentó Jessica . "Yo le doy la mita del arroz", terció Toni Genil. "Que no lo haga delante nuestro", bromeaba Tatiana. Los demás corrieron a abrazarle y darle la más cariñosa y efusiva de las bienvenidas.
La playa de Cayo Paloma se convirtió en una fiesta cuando llegó la barca que trasportaba a Kiko Rivera hasta la orilla. Tras pasar dos dos días bajo observación médica tras sufrir un nuevo ataque de gota, el hijo de la Pantoja volvía a la carga dispuesto a darlo todo: "A ver si le echamos un poco de valor a esto y podemos continuar, pero estoy con mucho dolor". Al parecer los médicos le han explicado al muchacho que la humedad y el clima tropical han influido en que le diera problemas de nuevo una enfermedad que tenía desde hace tiempo.
Seguidamente, Raquel Sánchez Silva comunicó a Kiko la resolución de la organización del programa sobre su permanencia en el concurso: "Llevamos 48 horas, mientras has estado en observación, pensando en cómo planificar esto de la mejor manera para que tu recuperación sea lo más rápida posible. La decisión es que te tienes que someter a un tratamiento médico. Ese tratamiento incluye ingesta de alimento, porque no puedes tomar la medicación sin tomar alimento. Va a ser el mínimo".
Así pues, Kiko tendrá que tomarse un bocadillo cada día junto a su medicina. La organización observará la evolución de su estado de salud durante tres días, tras los cuales el concurso se planteará nuevamente si conviene que el famoso continúe su aventura en Supervivientes.
Kiko ha sido el primero que ha tenido la deferencia en preguntar a sus compañeros si les parecía bien que siguiera este tratamiento, pregunta que a continuación les formuló en firme Christian Galvez desde 'El Debate'. Todos los compañeros aprobaron encantados que Rivera pudiera comer para recuperarse: "Mientras no se vaya", comentó Jessica . "Yo le doy la mita del arroz", terció Toni Genil. "Que no lo haga delante nuestro", bromeaba Tatiana. Los demás corrieron a abrazarle y darle la más cariñosa y efusiva de las bienvenidas.
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