Aída Nízar sigue a lo suyo. Por las noche pasea por la playa y habla sola, reflexiona sobre lo que le está pasando en la isla. La concursante se siente sola y sin apoyos en una semana que para ella puede ser la última.
"¿Qué será más difícil poner de acuerdo a las estrellas o qué España me quiera?", se preguntaba Aída en la soledad de la noche de Cayo Paloma. Pero ella misma parece tener la respuesta: "Quizás que España me quiera. Me siento completamente sola". Y volvía a preguntarse: "¿Cuántas personas habrá habido en la vida que por ser personas de valor las han intentado hundir?". Reflexiones que se hacía la concursante paseando por la playa mientras sus compañeros duermen.
"Efectivamente me he ganado a pulso el tener una fama tan diferente al resto", continuaba Aída. Es consciente de que es una de las concursantes más polémicas y eso le puede costar el abandonar las isla a las primeras de cambio. "Soy capaz de contar el firmamento a cambio de que España me quiera", se conjuraba.
Aída Nízar seguía paseando por la playa en la soledad y en la oscuridad de la noche. A pesar de tener a todo sus compañeros en contra la concursante no está dispuesta a rendirse y reflexiona: "Esto es como las olas que no paran de trabajar y así soy yo. O sea, me tiran y vuelvo... Estoy feliz porque he vivido un día más. Pero tengo una tristeza siempre, cada día de mi vida, porque es un día menos que voy a vivir que no sé hasta cuando".
A la mañana siguiente Toni Genil comenta con sus compañeros lo sucedido: "Anoche se quedó una hora hablando sola". "¿Qué pasa porque hable sola?, me encanta hablar", le recriminaba la propia Aída. "Está... de remate", aseguraba Toni haciendo un gesto de locura con la mano. "Además la dije bruja y todo. Me desperté y vi una cosa negra andando por la playa y dije:'¡uy!, la bruja piruja'", comenta el 'showman' entre risas.
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