Después de hacerle pasar una noche toledana a su ex con sus inseguridades y celos, Chari volvió a la carga al día siguiente, eso sí, bastante más calmada. Aún algo molesto, Rubén le dejó claro una vez más que por ahora sólo son amigos, algo que a la muchacha le cuesta horrores asumir.
Ha bastado un inocente jugueteo entre Chiqui y Rubén para que la llama de los celos convirtiera a Chari en esa fiera herida e irracional que ya conocimos en Gran Hermano 12. Si bien, entonces todavía eran novios. Ahora sólo le queda tragarse el orgullo y las lágrimas, aceptar que ya sólo son amigos y que él puede hacer "lo que le dé la gana", y con quién le dé la gana.
Pero es más fácil decirlo que hacerlo. "Te quiero cada vez más y me está siendo muy difícil tenerte como amigo", le confesaba Chari a Rubén, que intentaba poner cara de póker, pero le delataban las lágrimas que asomaban a sus ojos.
El muchacho, por su parte, se ha sentido muy incómodo con esta situación. "Me veo que estoy haciendo un poco el gilipollas contigo. Da la sensación de que yo estoy detrás de ti, y estoy un poquito harto", le comentaba a su ex. Y, como si hiciera falta decirlo, sentenció a continuación: "he llegado la determinación de que no vamos a estar juntos y punto".
Precisamente, estos celos hacen recordar a Rubén uno de los motivos por los que quiere alejarse de Chari: "No estoy seguro ahora mismo de querer llevar una relación así. Prefiero no dar el paso de estar con ella, porque lo único que vamos a hacer es sufrir los dos".
Pero, en lugar de alejarse, Chari no puede evitar acariciar al hombre al que aún quiere con locura, abrazarle, incluso besarle en la mejilla. Y el se deja querer, señal de que el cariño está ahí.
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