Sólo Pepa había seguido esta edición de GH con asiduidad. Arturo, según ha contado Mercedes Milá, estaba enfadado porque no había entrado en el concurso desde el principio y se había desconectado por completo del mundo. Ahora se enfrentaban a su primera misión nada más entrar en la casa, reordenar a todos los concursantes en las dos casas. Pepa lo tuvo claro desde el primer momento: Chari y Rubén juntos que llevan mucho separados.
La única norma que tenía es que en cada casa dejasen ocho concursantes. Según Mercedes Milá, tenían que "coger a todos, agitar la combinación y meter a unos en una casa y a otros en otra". Y así lo hicieron, aunque no tuvieron valor de meterse cada uno en una casa distinta.
Una casa ha quedado así con Chari, Marta, Patricia, Yago, Terry, Rubén y ellos dos. La otra, con Johta, Lydia, Anup, Joaquín, Dámaso, Catha, Laura y Marcelo.
Los grandes cambios
Este ha sido el punto más gracioso de la división. Cuando de repente Marcelo y Laura han caído en la misma casa. Esta misma semana acababan de romper definitivamente y ambos se han nominado con tres puntos mutuamente. Una situación que puede ser explosiva.
Por otro lado, a Terry la han separado de Johta, con quien tenía una química muy especial a pesar de las recurrentes broncas. De hecho, en la fiesta del último viernes el del reggaeton dijo que le encantaría vivir con Rubén, con Chary y por supuesto con Terry, en la misma habitación.
Yago y Catha sin embargo si han salido beneficiados. Han sido definitivamente separados, lo que después de la reciente bronca que han tenido, será bueno para los dos.
La única pauta que los nuevos concursantes tenían para hacer su elección era poner juntos a la pareja en la distancia, Rubén y Chari; y así lo han hecho. Definitivamente los más felices con la reubicación de los concursantes.
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