Por fin ha tenido lugar el reencuentro más esperado de los fans de 'Gran hermano 11'. Arturo e Indhira no habían vuelto a verse cara a cara desde que terminó su tórrida y conflictiva relación. Al contrario de lo que se esperaba, ninguno de los dos se ha dedicado a hacer reproches ni se ha dejado llevar por los oscuros recuerdos de su ruptura. Los dos han acudido al programa con una actitud conciliadora; tanto, que lo primero que ha hecho Arturo ha sido invitar a su ex amante a cenar un día para hablar a solas y en la intimidad.
Parece que nuestro culebrón favorito, 'Ni contigo ni sin tí', no ha terminado todavía. Aunque, por separado, los dos juran y perjuran que nunca más volverán a estar juntos, la química y la tensión sexual que ha habido entre Arturo e Indhira en su reencuentro.
La atracción existe y ahora también la oportunidad. Con la excusa del cumpleaños de Indhira, Arturo ha invitado a su ex amante a una cita imposible de rechazar. "Me gustaría invitarte a cenar un día, si aceptas, para que podamos hablar tranquilamente. Me gustaría conocerte sin la presión de los medios de comunicación". Indhira ha respondido a esta invitación con un sí rotundo: "Te agradezco que me lo pidas porque todo el mundo ha hablado de nosotros, menos nosotros". ¿Qué pasará en este encuentro privado? Ellos han repetido que saben que no pueden estar juntos pero...¿podrán resistir la tentación de revivir la pasión que sintieron el uno por el otro en 'GH 11'?. Va a ser difícil teniendo en cuenta que este soltero de oro ha confesado que ya va siendo hora de sentar la cabeza: "Me gustaría tener novia porque tengo 34 años y ya no soy un niño".
Arturo: "En la cama, como la india no hay ninguna"
En medio de las miradas cómplices y las sonrisas que ambos se han dedicado durante la entrevista, Arturo ha segurado que en varias ocasiones ha comentado que Indhira es la mujer con la que más ha disfrutado en la cama. "Como la india no hay ninguna", ha dicho, algo que a Indhira le ha sentado de maravilla. Los dos están de acuerdo en que ya es horade pasar página y olvidar los 'malos rollos' que vivieron dentro de la casa. Por cierto, ¡qué guapo está Arturo con barba!.
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