La decisión de María José Campanario ha despertado todo tipo de rumores sobre una posible ruptura de la pareja. El hecho de que la Campa, vaya a intentar cumplir su sueño de convertirse en odontóloga, al precio de separarse de su familia durante todos los fines de semana. La mujer del torero, está dispuesta a todo para dar un salto profesional aunque implique poner distancia con su marido.
La cuestión que flota en el aire es: ¿necesita el matrimonio poner distancia en su relación y esta es una forma educada de hacerlo? La Campanario ha salido a la palestra para dejar bien clara cuál es su situación. "Mi marido lo que pasa es que preferiría tenerme siempre en casa", ha dicho la mujer del torero. Y ha añadido con cierta ironía (y quién sabe si segundas intenciones): "Yo también preferiría tenerlo a él siempre en casa y él torea y ya está, tampoco hago nada malo. Ahora yo estoy estudiando y él lo respeta y no hay más".
Desde luego, la decisión de La Campa suena casi a ultimátum. De hecho, sin duda implicará un cambio cualitativo en la relación. El día en que empezaron las clases, María José se presentó así: "Me llamo María José, conocí a mi marido, me casé y me jubiló". La cuestión es que ahora, por alguna razón, la Campa quiere deshacerse de esta 'feliz' jubilación y saltar al mercado laboral. Ni veterinaria ni ingeniera agrónoma ni nada que tenga que ver con su vida campestre y torera. La Campa se ve a sí misma feliz con bata blanca y prestancia de doctora. Ahora bien ¿dónde quedará su marido en sus nuevos planes.
Lo que está claro es que, al precio que tiene la Universidad privada que ha elegido -10.000 euros anuales-, esta mujer va a necesitar, además de la comprensión de su pareja, su cartera.













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