De todos los alumnos de la Academia para diamantes en bruto de Carmen Lomana quizás sea Lara la 'joya' menos moldeable. Durante esta semana, su carácter rebelde ha chocado con Julián, con el que ha mantenido no pocas disputas alterando la buena armonía de todo el grupo. Su actitud llevó a los profesores a tomar medidas.
No podía soportarlo más y Lara no es de las que se cayan las cosas. Para ella, Julián es 'Don Perfecto', ese que lo hace todo bien, mientras que ella sólo consigue el desdén de los profes.
Quizás no era el mejor momento para ello, pero Lara aprovecho el concurso de talentos organizado por Nacho Montes para soltar toda su bilis. A nadie le pasó por alto el comentario despectivo y gratuito que la muchacha hizo del poema de su compañero, y la cosa no hizo sino empeorar cuando el profesor se interesó por las evidentes rencillas de sus pupilos. La tensión se podía cortar con un cuchillo.
Este fue uno de los motivos por el que los profesres y Carmen dieron un ultimátum a Lara. Pero sus problemas con Julian no solo sucendia en la clases. Julián despertó las iras de la Amy Winehouse de Leganés cuando le afeó que hubiera acaparado todas las patatas durante la cena. Poco faltó, y así lo insinuó, para que esta aficcionada al kickboxin usara al 'muchacho de puchin ball'.
Sin embargo, con el rapapolvo de los profesores y la valiosísima mediación de Azahara, los enemigos irrenconciliables decidieron sentarse para resolver sus disputas. Lara reconoció su pronto y expresó su voluntad de intentar llevarse bien con él. Julián, por su parte, aceptó sus disculpas y le indicó el camino a seguir: "Lo unico que tienes que haces es callarte un poquito, pensar las cosas y controlarte". La pareja por fin selló su reconciliación con un abrazo cuyo espíritu se ha prolongado hasta la gala de esta noche.
Escribe un comentario
Para publicar un comentario en esta noticia, deberás iniciar sesión.
Si no tienes cuenta en Google, identificate con tu "nombre/URL" o bien, elije la opción anónima.