Es de Parla, tiene 23 años y está llena de tatuajes. Esa es su carta de presentación en la escuela de glamour de Carmen Lomana. Un sueño cumplido, acceder a este concurso, porque el objetivo que persigue es que algún día su hija quiere parecerse a su madre en estilo y elegancia.
Cuando Carmen Lomana fue a Parla a conocer a Azahara la joven estaba temblando. Carmen la quiso sorprender en su lugar de trabajo para conocerla en su salsa, en su ambiente. A la profesora de la escuela de glamour de 'Las joyas de la corona' le encantó el sitio donde se ganaba la vida:
"Trabajas entre dulces, caramelos, chuches, qué bonito", le dijo.
Luego dieron un paseo y Carmen sin preámbulos le preguntó por su tragedia personal, sobre la vida dura que ha llevado: "Tu pareja murió a la semana de nacer tu niña". Azahara lo confirmó y le explicó a su nueva profesora que lo que quiere es poder dar ejemplo de estilo a su hija algún día: "Quiero que mi hija diga que de mayor quiere ser como mami".
"Qué bonito lo que estás diciendo", contestó Carmen.
A continuación, Azahara le enseñó todos sus tatuajes y le explicó el significado de cada uno de ellos:
"Mis tatuajes son parte de mi vida. En el brazo: Mi nombre, el de mi hija y la fecha de nacimiento; En la pierna David, por mi novio que en paz descanse; Atrás, dos lazos. Como no puedo presumir de pecho en la playa, pues yo quiero que me miren ya sea por delante o por detrás".
Lágrimas en la fiesta de la escuela
Ya dentro del curso de glamour de la escuela de Carmen Lomana, Azahara no pudo evitar llorar cuando le explicó a los demás compañeros cuál era su situación y por qué había entrado en el concurso.
"Me ha costado llegar aquí. Yo vengo aquí para enseñar a mi hija, porque soy madre y padre. Yo con 20 años me quedé sin nada. Si no es por mi madre y por mi hija yo hoy no estaba aquí".
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