Una vez más, Pepe vuelve a estar en el punto de mira de la casa. Su decisión de salvar a Nico en la última gala de 'Gran Hermano: el Reencuentro' ha sido criticada por muchos, ya que aseguran que el concursante se mueve únicamente por su obsesión con ganar.
La decisión de salvar a la pareja formada por Nico y Ainhoa ha levantado ampollas en la casa de Guadalix de la Sierra. La actitud de la pareja ha sido criticada por muchos, por lo que la decisión tomada por Pepe y Raquel de salvarlos ha sorprendido a casi todos, siendo calificada por muchos como "una maniobra para ganar porque Pepe sabía que eran el rival más débil que había en el concurso."
Pepe y Raquel, su pareja de juego en este 'Reencuento', ajenos a las críticas que ha levantado su decisión de salvar a Nico y a Ainhoa, no han dudado en explicar los motivos que les llevaron a actuar de esta forma: "Nico vino y me tendió la mano, algo que yo tengo que considerar como un favor personal y así lo he hecho. No teníamos ninguna atadura moral con ninguna pareja, y he hecho lo que he creído conveniente. Simplemente ha habido unos que han apoyado a una pareja, otros que han apoyado a otra y dos que han apoyado a la misma. Las dos parejas que han salido expulsadas ha sido porque no han sido defendidas correctamente", aseguraba el creador del 'nomineitor' en el confesionario.
Los que peor se han tomado la permanencia de Nico y Ainhoa en Guadalix de la Sierra han sido Jorge y Silvia, otra de las parejas elegidas por el público de 'Gran Hermano: el Reencuentro' para llegar directamente a la final. Ambos critican el comportamiento del italiano y aseguran que intentan imponer una "dictadura" en una casa donde nadie tiene más poder que los demás.
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